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miércoles, 2 de diciembre de 2009

DECLARACION DE PUEMBO



Respondiendo a la convocatoria de la Coordinación Latinoamericana de la Red Ecuménica en Defensa de las Personas con Discapacidad, EDAN, entre los días del 13 al 15 de noviembre de 2009 nos hemos reunido un grupo de jóvenes con discapacidad provenientes de ocho países (Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Nicaragua y República Dominicana) en las instalaciones de la Casa de Retiros Mariapolis, en el valle de Puembo, Quito, Ecuador, a fin de celebrar la primera Consulta Latinoamericana de Juventud y Discapacidad sobre el tema: “Las crisis del presente y la Juventud con discapacidad en América Latina”.



Entre las temáticas que hemos abordado, nos parece importante destacar las siguientes:



v La crisis de nuestra contemporaneidad: su papel destructivo.


v El valor de la fe ante la crisis de nuestra contemporaneidad.


v Las personas con discapacidad y el efecto nocivo de las crisis contemporáneas en el desarrollo de nuestras potencialidades.


v La “globalización de la solidaridad” como factor determinante en la lucha contra la crisis del presente.


v La crisis no tiene la ultima palabra. Razones para la esperanza.



Habiendo, pues, reflexionado en torno a dichas cuestiones, hemos concluido que:



v La situación de exclusión social que afecta a los jóvenes con discapacidad en nuestro continente constituye una expresión fehaciente de la crisis en la cual se encuentra inmerso el mundo de hoy.



v El excesivo avance tecnológico que el ser humano ha realizado, en lugar de garantizar una vida más plena y digna para todos los habitantes del planeta, ha conducido a un progresivo deterioro de los recursos naturales.



v La brecha cada vez mas insalvable entre los países ricos y las naciones del mundo subdesarrollado ha provocado, entre otras consecuencias negativas, un creciente éxodo de los jóvenes latinoamericanos hacia esos países. La crisis económica que afecta a los pueblos de América Latina, concomitante con la crisis en los valores tradicionales, motiva también que no pocos jóvenes se refugien en las drogas.



v Las posturas indiferentes y escapistas que por lo general adoptan las iglesias respecto a la situación económica y político-social que agobia a nuestros pueblos, constituyen una negación de la misión profetica que deben desempeñar estas en la sociedad.



v En lo que respecta al importante asunto de la inserción laboral, indispensable tanto para el sustento como para nuestra inclusión activa en la sociedad, los jóvenes con discapacidad sentimos con fuerza el peso de la discriminación y ello resulta uno de los impactos más negativos de la crisis actual sobre la población con discapacidad en edad laboral.



v Si bien en la mayoría de los países del continente existen legislaciones y políticas públicas relativas al reconocimiento y la defensa de los derechos de las personas con discapacidad, estas son incumplidas y/o violadas sistemáticamente.



v A lo largo de la historia los jóvenes han desempeñado un papel crucial como actores del cambio social. Particularmente los jóvenes con discapacidad percibimos que la crisis contemporánea no es tan solo un problemática a enfrentar, sino sobre todo una oportunidad para llevar adelante el cambio a que aspiramos.




Conscientes de que la crisis no tiene la última palabra, ciframos nuestras esperanzas en:



v El papel profético al que está llamado la iglesia, que también debe desempeñar una labor constructiva en cuanto a la crisis contemporánea que nos golpea.



v El trabajo en equipo de los jóvenes con discapacidad, que promueve relaciones de interdependencia efectivas y eficaces.



v La riqueza que produce el intercambio de experiencias en torno a las necesidades y aspiraciones de los jóvenes con discapacidad en América Latina.



v El papel protagónico que le corresponde a la juventud con discapacidad en la sensibilización global hacia un desarrollo sostenible en la sociedad latinoamericana.



En tiempos como el que nos ha tocado vivir, resulta para nosotras y nosotros sumamente inspiradora la visión de Juan de Patmos: “Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva…” (Apocalipsis 21: 1). Los jóvenes cristianos con discapacidad de América Latina reunidos en esta Consulta nos sentimos desafiados y comprometidos a trabajar por la irrupción renovadora y restauradora del Reino de Dios en nuestra compleja contemporaneidad.





PARTICIPANTES EN LA PRIMERA CONSULTA


DE JOVENES CON DISCAPACIDAD DE LAS IGLESIAS DE AMERICA LATINA,


PUEMBO, ECUADOR, 13-15 DE NOVIEMBRE DE 2009.

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